sábado, 3 de marzo de 2012

27 febrero / Salida de Pamplona... improvisando

Bon dia...

El portugués me ha despertado... se conoce que sufre de insomnio, el jodio... Bueno, eran las seis de la mañana y algo tenía que hacer... así que me he tomado un café cargadito, y después de hablar con el encargado del albergue, decido irme a Roncesvalles en plan peregrino. Paso de esperar al bus de las 18 h. Todavía no tengo intención de vestirme de corto y empezar a correr, pero bueno así empiezo a moverme un poco, y evito el gasto superfluo. Dos cosas muy importantes van a ser la política de gasto y la alimentación.

Por supuesto, he preguntado y me han indicado mal el destino, esto es España... menos mal que llevaba todavía el android en funcionamiento, he salido por la nacional que iba hacia Francia y a la altura de Etulain (un pequeño pueblo cercano a Pamplona) he parado en una gasolinera a preguntar... Fantástico!!!!!! Hay un hombre, que conoce una pista forestal que acorta en diagonal... Así que continuo andando desde Etulain hasta Olague (ya ha estas alturas debo llevar unos 29 km.)

En Olague pregunto, y conozco a Jon, que tiene una empresa de catering que se llama Zubillaga. Su tío, tiene una industria de congelación de carnes. Amablemente me enseñan los jabalíes que están a punto de congelar. Aquello, en principio, parece la mesa de un matarife. Es una de las primeras paradas interesantes en el camino. Jon se ofrece a acercarme a Zubiri, donde tenía pensado comer. Bueno, un ahorro de 9 km.

Dándole las gracias, me despido y voy a comer. En un bar, donde se jactan de ser el segundo premio en lo que a Txistorra se refiere, pido un bocata y, cuando estoy en ello, entra una horda de matrimonios portando lo que parece ser una olla gigante con pulpo cocido... En pocos minutos me ven cara de hambriento y me regalan un par de trozos de pulpo y queso idiazabal, que hace que entablemos una amistosa charla.

Después de despedirme, cometo lo que llame 'la charlotada del dia'. Me encamino hacia Roncesvalles por la pista forestal, ando diez minutos y aparezco otra vez por el otro lado de Zubiri. Vamos, que le doy la vuelta al pueblo y vuelvo a entrar... todo esto poniendo cara de saber a donde voy, claro.

Decido ir por el borde de una carreterita que va serpenteando entre pueblos, y a  las seis de la tarde decido buscar algo donde dormir. Y la verdad no puedo caer en mejor, sitio. El Espinar.

A pesar de que al principio, me pedían, en un supuesto albergue para peregrinos, 35 euros, una señora me recoge en la calle (porque me ve cara de perrillo abandonao') y me ayuda a encontrar la mejor casa rural del pueblo, la que lleva Anika. Anika, es una chica muy maja que vive con su familia allí y que rápidamente me habilita una cama en una habitación estupenda. Le pregunto donde comer un bocata y me indica un bar cercano que va a terminar siendo el descubrimiento del día.

El bar de Ana es una especie de oasis que solo abre unas pocas horas, de siete de la tarde a doce o así. Entro y me atiende una chica muy maja con la conecto ipso facto. Poco a poco, empiezan a llegar parroquianos de lo más variopinto: un profesor jubilado reconvertido a tenor del coro, un señor con familia en Benetússer, un especie de entrenador de pelota vasca y algunos más... Estamos hablando de un pueblo pequeño, aunque por lo visto es concejo o algo así.

El local no es muy grande y en la televisión en lugar de proyectar 'Gente' de la 1, lo que se emite es la pantalla de un ordenador que tienen dentro. En algún momento de la velada alguien pidio 'Gracias a la vida' (versión de Mercedes Sosa) y Ana le dio al Spoty... con lo que creó una especie de improvisado karaoke. Me da mucha pena no tener fotos de esto, porque me dejé el teléfono en la habitación cargando.

Este era el ambiente de la taberna, estábamos todos aquellos personajes, tomando vinos, charlando y escuchando toda aquella música. La verdad es que salí queriendo quedarme un diíta más. Pero tenía que continuar el camino, a fin de llegar con tiempo de descansar antes del maraton.

La verdad es que tengo los pies destrozados, las agujas y el coomped van a empezar a jugar un papel fundamental en toda esta historia. Tampoco es de extranar ya que en el dia de hoy he caminado unos 45 km. estoy a 6 de Roncesvalles. La etapa de salida. Así que mañana llegaré allí y a vestirme de corto para empezar a correr.

Esta etapa peregrina se la voy a dedicar a Alex Postigo por el fantastico gesto que tuvo el sabado 25, que he de decir que me emociono bastante. Siempre que me acerco un poco a él me llevo cosas buenas. También quisiera recordar, que todo esto es en apoyo de Elvira Roda, entre todos los corredores populares que seguis el blog, y a traves de http://elviraroda.org, podemos también, empujar a Elvira para que vaya cruzando tambien sus metafóricas metas. Un abrazo... Recordad, la meta es el camino.

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