viernes, 27 de abril de 2012

Sainte Maure de Touraine y Tours

Por la mañana salí de la granja, por la mañana y reemprendí el camino hacia Sainte Maure de Toraine, para llegar allí a comer y reemprender la marcha después para estar este mismo día en Tours. Tenía muchísimas más opciones a la hora de dormir en la ciudad de Tours.

En Sainte Maure al estar cerquísima de un Parque Natural, a pesar de ser un pueblo relativamente pequeño, han habilitado el recinto "Les Passarelles" para la oficina de turismo y algunas otras actividades relacionadas con el pueblo.

En definitiva, me presenté allí sobre las once y media, comí y descansé una horita para intentar llegar a Tours en el día. Tours para mí era el waypoint definitivo, a partir de aquí llegaba sí o sí a París. Psicológicamente importante, ya que de los 950 km. restarían unos 250.

Así que con la continua presencia de la fatiga, a partir más/menos, de la primera hora de ruta, pero llegué a Tours, aprobechando la carretera nacional que desembocaba en la ciudad.

El casco histórico es increible, de hecho, se empezaba a apreciar el gigantismo de las edificaciones de las ciudades francesas que esperaba encontrarme. Un ambiente en sus calles radicalmente diferente al que me encontré en Burdeos. Muchísima más vida y seguridad.

Me tocaba buscar refugio, y de entre todas las opciones con las que contaba por poco dinero, elegí la basílica de San Martín, dónde una congregación de cuarenta monjas, mantenían un albergue al lado de la Iglesia. Esto me daba la opción de estar un día más si me apetecía.

Así que ocupé lo que me quedaba de tarde para conocer la zona donde me encontraba, el casco antiguo, y cenar. Volví pronto dónde las benedictinas. Tenía la intención de salir pronto si las piernas respondían.

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