jueves, 1 de marzo de 2012

DOMINGO 26 FEBRERO

A las cinco de la tarde aterrizaba el autobús en la estación de Pamplona. Busqué el albergue, emplazado justo en el casco histórico, muy cercano a la conocida calle de la Estafeta, que desemboca en la plaza de toros.

Conecté enseguida con la gente de Aspace que se dedica a gestionar el albergue, que cuenta con todo tipo de comodidades. Y me quedó bastante clarito que más allá de la siguiente etapa no les tengo que preguntar, porque o se lo inventan o no saben.

El plan era, esperar a las 18 h del día siguiente para tomar un autobús que me dejará en Roncesvalles para iniciar la ruta, tal y cómo la teníamos prevista. En aquel albergue, sólo estábamos un francés normando que se recorría el mundo en bici, un portugués que era el ronaldo de los peregrinos (había atravesado el paso hacía Roncesvalles con nieve, lo cual no es muy aconsejable, porque hay gente que se ha perdido y se ha quedado allí), un par de personas más que no conocí, y yo.

La única ruta que emprendí aquella noche fue la de vinos y tapas de la calle estafeta, así de paso hice tiempo viendo el fútbol...

Aquí llegué a la conclusión de que PARO = GASTO. Pero a ésto le pondría remedio al día siguiente...


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